Para ello y según explica el Dr. José Luis Guil, se analizaron las cuatro variedades comerciales de tomate de IGP La Cañada como son asurcado, cereza, oblongo y redondo liso, con hasta 24 tipos diferentes de tomates. Un análisis que se llevó a cabo en el Laboratorio de Tecnología de Alimentos de la UAL.

Un estudio que han desarrollado durante varios meses María José González, Rebeca Pilar Ramos y José Luis Guil, y entre cuyos resultados destaca que el contenido de licopeno y tocoferoles de los tomates de La Cañada es superior al contenido medio que suelen tener los mismos tipos de tomates producidos en otras partes del mundo.

Estos buenos resultados se achacan a las especiales condiciones agronómicas de la zona de cultivo. Así, en el caso del licopeno, que es el pigmento vegetal que aporta el color rojo característico a los tomates, el riego con las aguas salinas que existen en la zona de La Cañada influye en el incremento del contenido en licopeno presente en los cuatro tipos comerciales de tomate.

Por otra parte, si las temperaturas superiores a 12 ºC favorecen en general la síntesis de licopeno y carotenoides, “los 18 ºC de media que se alcanzan en esta zona geográfica facilitan una mayor síntesis, un hecho también promovido por el estrés osmótico salino causado por altas conductividades eléctricas existentes en los suelos de cultivo de este tomate”, indica José Luis Guil.

Atributos del licopeno y de los tocoferoles

En esta línea, el licopeno es un poderoso antioxidante capaz de neutralizar los radicales libres y que previene distintas enfermedades tales como las cardiacas, la diabetes, la hipertensión arterial, la arterioesclerosis, diferentes tipos de cánceres del sistema digestivo y próstata; así como para retardar el proceso de envejecimiento, las cataratas o el asma.

El nivel de tocoferoles presente en los tomates de La Cañada también es superior al registrado en los mismos tipos de tomates producidos en otras zonas del mundo. Uno de estos compuestos es la vitamina E y “su concentración en los frutos del tomate también se ve influenciado por la salinidad del agua de riego, el contenido de potasio de la solución nutritiva, la variedad genética considerada, y las específicas y especiales condiciones medioambientales de la zona (radiación, temperatura y humedad)”, señala José Luis Guil.

Coloración

Por otra parte, en lo referente al color, el tomate es exigente en radiación incidente, requiere de días soleados y de entre 8 y 16 horas de luz, para un buen desarrollo de la planta y lograr una coloración uniforme en el fruto. La alta radiación afecta a los procesos de floración, fecundación y desarrollo vegetativo de la planta, mejorando la absorción de agua y nutrientes y por ende la productividad. El hecho de cultivar el tomate La Cañada en la zona de Europa con más horas de sol como es Almería hace que el tomate de IGP Tomate La Cañada alcance una coloración óptima en los meses de invierno, a la vez que su protección bajo plástico evita el exceso de luz en primavera-verano, favoreciendo un cultivo de calidad durante toda la campaña.