En la alta montaña pirenaica se dispersan pequeñas poblaciones que esconden importantes tesoros del Románico español. Entre Huesca y Lérida. Viven principalmente del turismo y de la ganadería pero sus vecinos también dedican un espacio y tiempo a la agricultura, aunque el terreno es muy escarpado se valen de terrazas para cultivar algunas hortalizas y los conocidos frutos rojos que en aquel clima se dan muy bien.
Las imágenes son de hace unos días. Pequeños huertos del Alto Pirineo en Tahüll, una entidad poblacional situada en el municipio catalán de Valle de Bohí en la comarca de Alta Ribagorza, en el Pirineo leridano.
En las fotografías se pueden observar judías para verdeo, cebollas, patatas, lechugas, calabacín... y también la frambuesa en flor y con algunos frutos ya adelantados.
La frambuesa onubense acabó su campaña hace ya casi dos meses. En verano el continente europeo produce frutos rojos en abundancia, sobre todo en los países del norte. Las repúblicas bálticas (Estonia, Letonia y Lituania), pero principalmente los países nórdicos (Finlandia, Suecia y Noruega) son los mayores productores, y a la vez consumidores de berries. En España, en los meses de calor, se pueden encontrar en zonas de montaña, como la reflejada en la imagen adjunta.
En el Facebook del Portagrano están todas las fotografías de esta información.
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